Saturday, June 1, 2013

Una imagen vale mas que mil palabras... ni de coña.

Hace ya casi dos meses que regresé. A veces verdaderamente dudo de si alguna vez salí de Nueva York con esta Vulcan 500, crucé Centro y Sudamérica y llegué hasta el final de la carretera, en Ushuaia. La vida aquí en Nueva York no es muy distinta a cuando me fui. Pero poco a poco me voy dando cuenta de todo lo que ha cambiado en mí debido a esta experiencia. Por si acaso, he decidido editar un video que me recuerde que sí estuve allí. Que sí conocí a esas personas. Que sí decidí salir de la burbuja de la comodidad y salir a afrontar lo desconocido. Este vídeo es, innegablemente, una tremenda masturbación mental. Pero es, también, sincero. Muestra una pequeña parte de lo que viví y lo hice no solo para deleite de mi lamentable ego sino para compartir mi experiencia y como forma de agradecimiento a todos los que la hicieron posible.

Creo que cuando escribo soy un pelín mas cínico de lo que realmente soy. Y cuando edito mis vídeos soy un pelín mas sensiblero de lo que normalmente soy. Por eso es que este blog necesitaba, para compensar mi escritura, al menos un ejemplo de un Don Solaris mas humano y menos cabreado. Porque si bien es cierto que puedo ser el gran cascarrabias, tengo -muy a mi pesar- una naturaleza romántica que a veces puede llegar a rozar la cursilería. Por ello me disculpo de antemano y espero no se me tenga en cuenta mi escapada al terreno de lo emotivo y sensiblero.

Este es la última entrada en mi blog New York- Ushuaia. Lo triste es que es el final de una etapa. Lo fascinante es que es el principio de una nueva. Y si algo he aprendido en este viaje es que lo importante no es terminar, sino comenzar. Partir, no llegar. En resumen: Cambiar.

Puedo pasarme horas intentado describir lo que me movió a emprender este viaje, y lo que hierve dentro de mi cuando pienso en el siguiente. Y posiblemente quedaría hasta decente, me explayaría con un par de parrafadas y me iría a la cama todo satisfecho habiendo maltratado el lenguaje una vez mas. Pero ni me apetece ni creo que ni mil palabras ni mil imágenes describirían mejor la verdadera razón por la que arranqué a la Roro en Octubre de 2012 con destino Ushuaia y la próxima vez que decida largarme, que la frase que tan grácilmente me permito robar al que entonces todavía se llamaba Ernesto Guevara. Tan simple como seis palabras, ni mas ni menos:

El incansable amor por la ruta.


New York - Ushuaia from Don Solaris on Vimeo.
Haz click en "vimeo" para verlo en HD en la web de Vimeo.